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Acaba de empezar el curso escolar, lo que supone que los más pequeños del hogar vuelven a inundar las clases de las escuelas. Llegado este momento del año, surge todos los años la misma preocupación entre sus padres: ¿aparecerán los piojos? En caso afirmativo, ¿cómo hay que actuar?

Por Internet circula numerosa información acerca de estos pequeños insectos que se adhieren a nuestro cabello: sobre cómo prevenir su proliferación o cómo combatirlos de una manera más efectiva. Sin embargo, no todo lo que se dice es cierto. De hecho, algunas de las creencias más extendidas sobre los piojos son erróneas.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se ha encargado de desmontar ciertos tópicos muy habituales que no tienen ninguna base científica, así como de aportar algunos consejos reales para evitar los piojos y también para erradicarlos en caso de que se dé la infestación.

— Vinagre contra los piojos. Es el remedio casero más típico contra estos diminutos seres y sus larvas, pero no resulta eficaz. También se dice que este condimento ayuda a disolver el pegamento que tienen las liendres y así eliminarlas más fácilmente, pero los estudios revelan que tampoco es útil para este fin.

— ¿Prefieren los piojos el pelo limpio? En realidad no tienen preferencias, pueden aparecer tanto en cabello limpio como en el sucio. Además, se sabe que la aparición de piojos no tiene nada que ver con una mala higiene personal.

— Saltan de una cabeza a otra. No, los piojos no son Super Mario. De hecho, ni saltan ni vuelan, ya que no tienen alas. Pasan de una cabeza a otra por contacto directo. Por eso los niños son más propensos a cogerlos, por su forma de interactuar o jugar con otros niños.

— Se contagian por usar objetos comunes. El contagio por uso compartido de efectos personales, tales como gorros, cepillos para el cabello o ropa de cama, no se ha demostrado. Sin embargo, es cierto que se aconseja evitarlo por precaución. Tampoco los transmiten las mascotas u otros animales.

— La eficacia de los tratamientos contra los piojos. Ningún tratamiento es eficaz al cien por cien y, con algunos de ellos, los piojos pueden hacerse resistentes. Por ejemplo, ya hay documentadas resistencias a la permetrina o el malatión. Como ocurre con otros productos, el mal uso de estos insecticidas, no dejarlos actuar el tiempo recomendado o usarlos para prevenir contribuye a la creación de resistencias.

La OCU hace las siguientes recomendaciones si queremos evitar la pediculosis en los más pequeños:

— Revisar regularmente la cabeza de los niños. Sobre todo cerca del cuero cabelludo, en las zonas críticas donde los piojos suelen poner sus huevos (las liendres): en la nuca, las sienes y junto a las orejas. Se aconseja hacerlo con buena luz y avanzando meticulosamente, mechón a mechón.

— Utilizar una lendrera. Esto será aún más efectivo si lo hacemos después de aplicar sobre el cabello un acondicionador, para evitar los tirones y facilitar que el peine se deslice mejor.

— No emplear productos antipiojos para prevenir. Los insecticidas solo sirven si hay piojos vivos, y para que actúen necesitan estar el tiempo necesario y en una cantidad adecuada. De lo contrario, como ya hemos visto, se pueden crear resistencias.

Es relevante tener esto en cuenta en caso de infestación de piojos o liendres, tal y como señala la OCU:

— Conviene decirlo en el colegio y a los más allegados, para que estén atentos a la posible aparición de más piojos.

— Aunque en los centros escolares pueda pedir que no se lleven los niños al cole en el caso de que tengan piojos, esta medida no impide la propagación, porque desde que se contagian hasta que se detectan los piojos pueden pasar semanas.

— Una vez detectado un piojo o liendre, la mejor idea es realizar el tratamiento elegido, siguiendo todas las instrucciones que se indiquen en el envase correspondiente.

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