“Desenmascarando la verdad”, una acción de la Ruta Pacífica de las Mujeres
25 mujeres se reunieron en Magangué para presentar “Desenmascarando la verdad”, un espacio de sanación que les permitió contar su historia, al tiempo que empezaron una nueva memoria.
La violencia ha dejado muchas víctimas, algunas de ellas llegaron a un conflicto que desconocían y hoy, tras diversos procesos que buscan la restructuración de esas personas, se han adelantado actividades en muchos frentes, como la realizada recientemente por parte de la Ruta Pacífica de las Mujeres en Magangué.
Este proceso reivindicativo se llevó a cabo tras cuatro jornadas en las que las mujeres narraron sus experiencias en medio de un conflicto que no han pedido, igualmente dieron muestra de la resiliencia sobre la cual construyen cada día sus proyectos de vida. En este caso, en una puesta en escena realizada por ellas mismas se encontró la mejor forma de reestructurarse y dejar de ser víctimas para convertirse en conductoras de una nueva memoria.
“Se trata de sanar el cuerpo y el alma porque queremos que las personas aprendan a escuchar con los ojos y ver con los oídos” expresó Dunia León Fajardo, coordinadora de la Ruta Pacífica de las Mujeres regional Bolívar; porque además de ser un acto simbólico las mujeres han tenido que utilizar muchas máscaras, y en esta ocasión desde Magangué revelaron lo que está detrás de tantos años violencia.
Lo anterior se fundamenta en talleres de acompañamiento psicosocial que a su vez pretenden no solo visibilizar la historia de cada una de ellas, también se manifiesta cómo superaron cada situación y trabajan por la construcción de un futuro para ser protagonistas de nuevas historias que garanticen la paz y la no repetición del conflicto armado en Bolívar.
El arte se une a la sanación
En la exposición realizada en el Centro Cultural Chico Cervantes de Magangué, se escuchó el relato y el sentir de 25 mujeres que contaron la verdad desde sus voces a través de la creación de máscaras, objetos de arte y canciones creadas por ellas mismas que además de buscar visibilizar las heridas que causa la guerra, dieron una muestra de acciones pacifistas con un lenguaje que invita a unir y construir una región que ha sido parte del conflicto armado.
En este acto el arte sanó el cuerpo y el alma por la no repetición del conflicto armado en Colombia. Es así como en el marco de los procesos de incidencia que tiene la Ruta Pacífica de las Mujeres en 9 regiones del país, se suman nuevos procesos para acompañar a las mujeres y fortalecer entre todas ese tejido social que repara y transforma.
La Ruta Pacífica de las Mujeres es un movimiento feminista que trabaja por la tramitación negociada del conflicto armado en Colombia, por la visibilización de los efectos de la guerra en la vida de las mujeres y por la exigibilidad de los derechos a la Verdad, la Justicia, la Reparación y la reconstrucción de la vida.
Este proyecto es financiado por el Reino de los Países Bajos y cuenta con más de 25 años de trabajo con las mujeres y la resolución pacífica de los conflictos, participando activamente en espacios de incidencia, necesarios para construir paz, porque se confía en que ésta sea estable, duradera y sostenida en el tiempo, indica Dunia León Fajardo.