Ya sea que tengamos la piel seca, grasa o mixta, es necesario estimular la producción natural de colágeno y elastina, los encar­gados de mantener la dermis lisa y tersa porque a partir de los 40 se hacen visibles los signos asociados al envejecimiento.

Debe ser diario tanto por la mañana como por la noche para eliminar todos los resi­duos de la piel como las toxi­nas, el sudor, restos de maqui­llaje y la contaminación. Al terminar con la limpieza facial, aplicamos un tónico facial, sobre todo si la piel es muy sensible y con tendencia a las rojeces.

Exfoliamos al menos una vez por semana para una limpieza más profunda y reparadora. A partir de los 40 la piel pierde luminosidad, por lo que este paso nos ayudará a mantener los poros limpios y más cerrados.

En cuanto a los sérums facia­les son más que recomenda­bles porque tienen una mayor concentración de activos que contribuyen a cuidar las pieles maduras, haciendo que absor­ban mejor todos los nutrientes de las cremas antiarrugas.

La sugerencia es colocarse protector solar todos los días aunque no nos expongamos demasiado al sol, ya que la piel se enfrenta a diario a la polu­ción del medioambiente. Este producto evitará las manchas solares que envejecen la piel. Para eso es necesario optar por un filtro solar con SFP 50.

El momento ideal para incluir los masajes faciales es a par­tir de los 30, llegados los 40 es casi una obligación. Una de las opciones más recomenda­das es el masaje asiático Gua Sha, que puede ser combi­nado con ejercicios faciales.

Este producto debe ser ele­gido en función al tipo de piel que tengamos, por eso es necesario optar por una crema antiarrugas que se adecue a nuestras necesi­dades y, sobre todo, cuente con retinol, que se consi­dera un elemento clave para los cuidados de la piel.

Los cuidados de belleza también cambian con los años y debemos conocer qué productos son los que mejor se adaptan, nutren y protegen la piel a partir de los 40.