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Pocas plantas hay tan reconocidas y apreciadas en el mundo de la estética, la cosmética y la salud como el aloe vera. Esto se debe a las numerosas e interesantes propiedades medicinales de la misma. También conocido como sábila, es un habitual en tratamientos de belleza diaria dada su utilidad para regenerar e hidratar la piel. Su poder antioxidante. antiséptico y antiinflamatorio hacen de este producto un tesoro natural.
El gel que se extrae de su hoja contiene todos estas propiedades tan beneficiosas para nuestr piel. Fue en la década de 1970 cuando este comenzó a comercializarse como producto cosmético y medicinal, alcanzando rápidamente una gran popularidad que llega hasta nuestros días.
Existe una multitud de artículos de todo tipo (farmacéuticos, alimenticios, estéticos...) a base de aloe vera unido a otros elementos. No obstante, es posible sacarle partido a esta planta sin tener que comprar ninguno de ellos, únicamente teniendo algo de ella en casa.
De hecho, aunque crece de forma silvestre en climas tropicales, semitropicales y áridos de todo el mundo, triunfa bastante como planta de maceta en interiores en muchos rincones del globo. Algunos la cultivan con fines decorativos, pero muchos lo hacen para aprovechar todas sus cualidades.
Como calma e hidrata la piel, el aloe vera ayuda de forma eficaz a eliminar las ojeras y las bolsas. Para ello debeos cortar una hoja de la planta, lavarla bien, hacer un corte por el medio y extraer la preciada pulpa.
La enjuagamos y la dejamos en un envase hermético dentro del frigorífico durante 20 minutos. Después ya podremos aplicar el gel alrededor de los ojos durante 15 minutos para posteriormente enjuagar con abundante agua.
Otra aplicación de la sábila es la hidratación de la piel seca, así como la regeneración de los tejidos dañados. Podemos fabricar de forma sencilla una mascarilla facial para hacer frente a las arrugas. Solo se necesita una hoja de aloe vera, medio pepino, dos cucharadas de miel y algo de leche.
Primero cogemos la pulpa de la hoja de aloe vera con una cuchara. Hay que licuar el pepino a la mitad junto con la miel y la leche, a lo que añadiremos después el gel de sábila. Esta es la mezcla que debemos untarnos en la faz con una pequeña brocha. Nos la dejamos puesta durante media hora, tras la cual aplicaremos agua tibia o fría en abundancia para retirarla.
El aloe vera es capaz de realizar una limpieza profunda de nuestra piel, ya que actúa tanto en las capas superficiales como en otras más internas del órgano más extenso de nuestro cuerpo.
Podemos fabricar una crema casera con aloe vera si tenemos una planta siguiendo unos sencillos pasos:
— Cortamos algunas hojas de la planta de sábila. Las mejores para esta labor son aquellas que están más cerca de la base.
— Retiramos las espinas de los lados y ponemos las hojas en remojo durante 24 horas. Tenemos que cambiar el agua cada tres horas aproximadamente para que expulsen toda la resina tóxica que contienen.
— Cuando llegue el momento, sacamos del agua las hojas, las abrimos por la mitad y sacamos con una cuchara todo el gel que contengan para después guardarlo en un recipiente.
— Añadimos jugo de un limón y una cucharada de aceite de germen de trigo (rico en vitamina E) al bote de gel de aloe vera. Lo mezclamos todo en una batidora hasta que nos quede una espesa pasta de color claro. Ya podemos depositarlo en el frigorífico para usarlo sobre nuestra piel cuando queramos.
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